Don Dramático y la Señorita Peligrosa

Entre mis conversaciones clandestinas, y el que no te debo hablar, me muestras poco a poco la persona que eres.

Entre bromas y pequeñas molestias, te tomas el tiempo de mandarme música.

Me confiesas tu mayor temor, y me explicas el porqué quieres desaparecer.
Me eliges para compartir un gusto.
Te digo la verdad a flor de piel.

Nos hacemos la advertencia de no enamorarnos pero no perdemos la esperanza.

Sabemos que eso que necesitamos esta allí afuera, y nos desespera el tiempo.

Solo puedo concluir que una gran amistad está a punto de comenzar, y la proxima vez que te vea, hasta un helado me vas a comprar.

Debo de agradecer a la vida, que me brinde una vez más a una persona de la que puedo aprender cosas tan sencillas y tan complejas como el concepto de la edad.

No quiero que lo tomes a mal, pero las cosas suceden porque sí. (continuara...)